Decorar una habitación pequeña: seis ideas que funcionan

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Amueblar un piso puede suponer un auténtico quebradero de cabeza: hay que pensar la distribución, elegir estilos, materiales, colores, complementos… Pero si además tenemos limitaciones de espacio la cosa se complica. Tendremos que hilar mucho más fino y planificar muy bien nuestra elección.

Un piso o apartamento pequeño tiene su parte ventajosa al ser más acogedor y fácil de limpiar. A la hora de decorar y aprovechar el espacio disponible, la clave será la funcionalidad y el aprovechamiento. Por eso hoy vamos a recopilar una serie de consejos para decorar un piso pequeño:

1. Los estampados grandes… mejor en tu ropa

A la hora de decorar una habitación pequeña, es mejor apostar por estampados discretos, con motivos pequeños y en colores suaves. Y esto es más importante cuanto mayor sea la superficie a cubrir. No habrá mayor problema si se trata de un cojín o un par de almohadas, aquí podemos ser un poco más atrevidos y elegir estampados más llamativos que le darán «vidilla» a la decoración. Pero si hablamos de una alfombra o una pared lo mejor es seguir la máxima «menos es más».

 

 

2. Contrastes de color, en su justa medida

Si nos decantamos por pintar las paredes de un salón o habitación pequeño, una buena idea es apostar por una combinación de colores monocromática (de la que ya hablamos en un post anterior), ya que la ausencia de grandes contrastes ayudará a restar protagonismo a unas paredes que ya de por sí parecen estar demasiado cerca. Sin embargo esto no quiere decir que tengamos que pintar todo en el mismo tono. Al contrario, la creación de contrastes muy sutiles consigue agrandar ópticamente el espacio. ¿Cómo? Por ejemplo, pintando las paredes en un tono ligeramente más oscuro que el techo. De esta manera, el techo parecerá más alto y las paredes, más alejadas.

 

3. Cortinas: sencillez es la clave

La luz natural es siempre una apuesta segura para amplificar el espacio. Lo ideal sería no cubrir las ventanas para permitir la entrada de la luz diurna y también para crear sensación de profundidad al dar continuidad a la vista con el paisaje exterior. Pero si esta opción te resulta demasiado indiscreta o simplemente eres de los que no concibe una ventana sin cortinas, evita escoger tejidos de colores muy llamativos que creen contraste al dividir el espacio. La mejor opción es escoger unos visillos ligeros, del mismo color de las paredes (o un poco más claro) y en la medida de lo posible (durante el día) mantenerlos recogidos para permitir al máximo la entrada de luz natural.

Imagen: Estilo Escandinavo

4. Apuesta por el multiuso

No siempre debemos tomar al pie de la letra el lema «menos es más». Aunque individualmente ocupen menos espacio, poner multitud de muebles pequeños no nos va a ayudar a aparentar más amplitud: al contrario, esto hará que el espacio se vea saturado. Cuando cada centímetro cuenta, es importante aprovecharlo al máximo. Pero claro, necesitaremos igualmente una mesa, un sofá, una cama… ¿Cómo solucionarlo? Ideas como un puff que se transforma en mesa, repisas abatibles o el clásico sofá cama nos van a ayudar a compatibilizar la falta de espacio con la necesidad de funcionalidad. La idea es poner menos muebles, que puede que sean un poquito más grandes pero que, en contrapartida, se transforman para brindarnos utilidades extra.

 

 

5. Punto de atención… y atracción

Como acabamos de ver, al decorar una habitación o salón pequeños hemos de guiarnos por la funcionalidad y esto implica escoger un menor número de muebles. A la hora de decorar las paredes, la tónica es la misma: en lugar de poner varios cuadros pequeños que acaban saturando el espacio, podemos apostar por poner un solo cuadro de gran formato que se convierta en el centro de todas las miradas.

Cuadro abstracto amarillo fluor en el salón

Imagen: Cuadro abstracto en Olyarte

6. Espejo, ese gran aliado de la decoración

Como ya comentamos al hablar de la decoración de pasillos en nuestro post anterior, poner un espejo es una de las maneras más efectivas para solucionar visualmente espacios reducidos. En este caso, la clave es escoger espejos grandes, desde el suelo al techo. Con ello, duplicaremos tanto el espacio como la luz (natural o artificial), dotando a la habitación de profundidad y ligereza visual.